Se mordió los labios hasta que le sangraron los silencios, cuando se teme al silencio, cuando la angustia por la existencia, tan complicada, angosta el camino...
Cuando decidí que el único destino de la humanidad era el suicidio. Utópica idea, pero qué desgarro; y todo fue concebido mientras miraba al cielo oscuro moteado de miles de puntitos en mi plano de verde naturaleza racional, un jardín francés, en la noche. Y todo mirando a la magnanimidad del universo que empequeñecía mi ánimo por seguir las normas humanas. Decidí vivir para el placer, pero sin darme cuenta de ello, creo que fue a partir de esa noche, hace más de un lustro, casi una década, cuando mirábamos las estrellas, Anabel y yo, yo en mi antigua casa, y tú tras las montañas, a más de cien kilómetros; pero tu cielo estaba nublado. La ausencia de luz hace más agradable la existencia si la realidad duele. Desde entonces amo la neblina que el invierno me regalaba a veces. Las ideas fueron cambiando y cambiando y en una iluminación di con la esencia de ese progreso positivo, con la sustancia, con lo que permanece y sostiene todo, una sensación, el escozor de mis salpullidos psicosomáticos. La sociedad me ha corrompido, la sociedad me ha deshumanizado y no he podido hacer nada para evitarlo, fue mi infortunio que aún arrastraré según camine y avance, mientras el tiempo me traspase.
Solo que ahora
Cuando decidí que el único destino de la humanidad era el suicidio. Utópica idea, pero qué desgarro; y todo fue concebido mientras miraba al cielo oscuro moteado de miles de puntitos en mi plano de verde naturaleza racional, un jardín francés, en la noche. Y todo mirando a la magnanimidad del universo que empequeñecía mi ánimo por seguir las normas humanas. Decidí vivir para el placer, pero sin darme cuenta de ello, creo que fue a partir de esa noche, hace más de un lustro, casi una década, cuando mirábamos las estrellas, Anabel y yo, yo en mi antigua casa, y tú tras las montañas, a más de cien kilómetros; pero tu cielo estaba nublado. La ausencia de luz hace más agradable la existencia si la realidad duele. Desde entonces amo la neblina que el invierno me regalaba a veces. Las ideas fueron cambiando y cambiando y en una iluminación di con la esencia de ese progreso positivo, con la sustancia, con lo que permanece y sostiene todo, una sensación, el escozor de mis salpullidos psicosomáticos. La sociedad me ha corrompido, la sociedad me ha deshumanizado y no he podido hacer nada para evitarlo, fue mi infortunio que aún arrastraré según camine y avance, mientras el tiempo me traspase.
Solo que ahora
En vez de
Ir hacia el tiempo
Es el tiempo
El que viene hacia nosotros
Y hace que cada palabra
Taladre
El papel
(Extracto de un poema de Bukowski)
El arte es mentira
(Extracto de un poema de Bukowski)
El arte es mentira
"El arte"
Cuando el
Espíritu
Se desvaneceAparece
La Forma
(otra vez Bukowski)