Este blog es continuación de otro

Desde la torre, inicios de "diarios desde la torre"

miércoles, octubre 25, 2006

lunes, septiembre 11, 2006

NI AYER NI MAÑANA, o lo aceptas o te vas. DIARIOS DESDE LA TORRE

CUENTACUENTOS ... donde nacen las historias


Siempre soñé con convertirme en todo lo que de mí se esperaba. Pero, en realidad, nada se esperaba.

Estoy harto de escribir cartas a psiquiatras de mi ciudad.

Tedio si la nada revolotea cuando hay una caída.

Son ya muchos años con lo mismo…

Dos tatuajes en mis muñecas.

Ahora ese trámite es lo de menos

A cada paso que doy me doy cuenta de que Apolo no puede vivir encerrado.

Si notas que esa situación te crea ansiedad…

Cuando crees que no puedes empujar hacia delante tu alma…

Si no respiras te mueres…

Y son ya muchos años

Estoy harto de no poder quitarme la imagen de ella

Y me cuelgo de sueños en la vigilia…

En el pensadero de mi cama

No os perdáis la primavera

No todo va siempre tan mal

Siento un extraño impulso vital.

Existen tullidos, amputados, deficiencias, mutaciones…

Maldito privilegiado, exceso de dones…

Existen miserias ajenas, el privilegio se queja… el tullido se queja, el ciego se queja…

Que sucio estoy por dentro, y qué cansado de estar solo, aún en compañía…

Sólo me salvaría un ángel, por aquí escasean, incluso creo que ya no existen para mí

Cuando me preguntó que cómo cabía tanto dolor en un cuerpo tan pequeño…

Mi cuerpo creció

Mi cuerpo crece, y la alegría decrece y decrece. Me pongo todo pedo y me da todo igual

Da igual, las pérdidas son lo de menos, el problema es nacer, lo demás no importa.

Ya es tarde, ya no es echarle huevos.

No tengo nada que decir, nada a lo que cantarle, se la llevó el diablo.

Juro que le vi arrebatármela…

Y odio…

Me resbalan las lágrimas sin enterarme.

Nadie va a limpiar mi mierda. Prefiero que me escupan…

Mejor que me encierren

Hoy me he levantado, “te quedan dos”

Auspicias mi desaparición

O venís a rescatarme o nada. No voy a luchar por la salvación…

Ni fracaso, ni pierdo, ni nada… Soy y con eso basta

Comprendo que si vivo va a ser sufriendo, con eso basta…

O lo aceptas o te vas…

A veces aceptas y a veces nada, me pongo pedo y a volar ¡Qué felicidad!

Me pongo todo pedo y todo me da igual

El ocio acerca la muerte ¡Qué felicidad!

Pero es lo de menos

No soy de los vuestros, ni ayer ni mañana.

CUENTACUENTOS



martes, agosto 15, 2006

El sisear del viento trae un recuerdo. Desde la torre

El sisear del aire rompió el silencio. Una de las cosas que echaría de menos si tuviera que abandonar este hogar sería el viento que acompaña al flujo del agua del Ebro, sempiterno pegado a él, los hijos salvajes de Eolo. La palabra “cantabria” significa encima del Ebro, al norte del Ebro. Me preguntaron “¿Qué eres?” Soy el primer habitante de cantabria, en este punto donde confluyen tres regiones norteñas, en este caso, la frontera es la esencia. A la orilla del caudaloso río que parte la tierra en dos,… a alguien romanticismo, a alguien ojeras, desnutrición, …a alguien, cómete mi adicción, mírame, no estoy tan bien como crees
Esputos
Sudor
Esputos
…de sangre
Hedor a dolor
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-¿Notas la brisa, Damián? –pregunté a mi pensativo camarada
-Más que brisa…
-Viento –sentencié –Es viento, perpetuo.
-Ventarrón
-Como en casa…
-En ninguna parte, -me miró al incorporarse - se suele decir…
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Cony y Galán seguían leyendo y firmando algo que se le ocurrió a Galán. Cuando Damián vio el aspecto de la pareja del día lo aprobó tan rápido como yo,

Galán fue el primero, -Bueno, yo ya he terminado – dijo. Noté que me cucaba un ojo y supuse que el rato que Cony y él habían pasado juntos después de encontrármela llorando en desconsuelo fue mejor de lo que creí al principio. Mi terapia a base de Jack de Tenesse no hubiera surtido mejor resultado. Galán me miraba a los ojos y me hablaba alto y claro. Cábalas, cábalas…

Buscando folios, Galán olfateaba como si estuviese otra vez en su casa. Mis pensamientos dicen, bienvenido Galán. Es como una música. Recuerdo la música de esa cuartilla manuscrita. Alguien había muerto. Y yo me quise hacer de hierro forjado. Pero por dentro…, más deshacerme que hacerme. No viviré, no lloraré, no dolor, no padres, no amigos, no destino. Livre. Livre. Es el que piensa y en el trance escribe. Recuerdo muy bien la letra. Era algo así:


No me interesa. La gente. No me interesa. La gente. Prefiero desnudarte. No me interesa. La gente. Los gritos. Niñatos. No me interesa. La gente. Ya tengo lo que quiero. Tengo suficiente. No me interesa. La gente. Prefiero. Ahora. Lamerte.

Me interesa. Tu vientre. Me interesa. Tu Pálido Vientre. O tu compañía. Resplandeciente. Porque no me interesa la gente. Me ayudas. A salir del hundimiento. A liberar. Tensión. En el ambiente. No me interesa la gente. ¡No quiero que se me arrime más el impenitente! Me interesa. Cariño desinteresado. ¡No quiero! Arropar al pobre. No quiero. Vivir sin el mundo en mi mente. Necesito con urgencia. Cimientos para amar.Lo imperfecto. A la gente. Necesito a la gente. No he podido vivir sin. Calor. El frío es deprimente si te abandonas. Y todos te han abandonado. ¿De qué sirve engañarse? Terco demente. Necesito a la gente. Recado urgente. Muy urgente. Cimientos para poder. Amar lo humano. Pero no me interesa. Aquel tipo de gente. Critico. Tontos. Como Yo. Tonto estoy. Todo se reduce. Todo para decirte. Quiero lamerte y olerte. Abrazarte y llorar sobre tu hombro. Pero no estás. Nunca estuviste. Alguna Vez. Tal vez. Y Llorarte. ¿De qué me sirvió? Torturarme. ¿De qué? No me interesa la gente. Me interesa encontrarte. Sólo estás en sueños. ¿Por qué me quieres tanto en sueños? Antes de matarte. Antes de tú matarte. Antes de… tú matarte. Sin despedirte. Te odias. Me quieres. Te matas. Lógica aplastante. ¡Jódete! Aquí comienza mi descenso a los abismos que preparaste. Porque yo sería el único que te lloraría siempre. Siempre. Hay días grises. Siempre. ¡No me interesa la gente!!NO ME INTERESA LA GENTE! Contradecirse es vida, es mente. A muchas millas de aquí. No te esfuerces. Si no comprendes. No valió la pena. Abandona. Y Cierra.

Agosto’ 05. Bajo los torrentes del hundimiento
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Parece que Cony prefiere dejarnos decidir sin aportar nada. Ella cree que molesta. Siempre cree que molesta. Si en vez de narcisismo fueran dudas, preguntas…Pero ella prefiere permanecer ajena, ganándose un cariño que no necesita. Nadie debería hacerme responsable de su alma, las drogas no son buenas…, hasta que eres mayor de edad.

-¿Qué es esto? –dijo Galán mirando la cuartilla de folio.
-Acabas de leerlo. Lee y calla; otra vez. Amo el silencio.
-¿Por qué escribes estas cosas?
-Mírame. Para salvar mi vida. Tanta metanfetamina... Recuerdo ese momento. Me dejo la piel cuando… -pausa larga, meditación excesivamente superficial
-Te fuiste sin dar tiempo a reaccionar
-Vete a la mierda.

CUENTACUENTOS ...donde las historias nacen




domingo, agosto 06, 2006

Propiedades, propietarios

Diarios desde la torre
Cuentacuentos ...partiendo de una frase

De acuerdo, te diré la verdad: aquí hay un conflicto entre los que quieren vender y los que queremos quedarnos.
Sangre, sudor y lágrimas de alegría después del fuerte golpe en mi cabezota. Tal vez quedé inconsciente unos segundos, no sería la primera vez que me ocurre, quedarme atontado besando el polvo

Mientras me recupero de la emoción de ser ayudado por amigos de mi hermana ( por mi primo Peio y por Damián, tres licenciados en derecho a mi disposición ) Tres cabezas trabajando para mí; ¡Uf!, es mucha responsabilidad, pero sé que puedo armarla, que surja mi espectacularidad, salir en la prensa local, destapar un problema de corrupción que afectó a mi familia y mandar a algún canallita para arriba, ¡que se los lleven arriba!, a la cárcel, pese a estar en contra de que le sea arrebatada la libertad a un hombre; pero si yo estuve, cómo no van a estar constructores negligentes y políticos husmea-braguetas. Ahora, así, acabo de fijar mis objetivos: ¿Quién era el concejal de urbanismo y a quién se eligió como constructor? ¿A qué amiguete le dio este gobierno despiadado, tras una puja ilegal, los derechos sobre mi terreno? Veo como un absurdo que un pedazo de tierra tenga propietario, pero esto no es un pedazo de tierra, es mi casa, donde me he criado, como crío que fui mientras pudo habitarse, antes de un extraño incendio que dejó así mi santuario. Fue mientras mis abuelos estaban de viaje. A la vuelta, el viajero de mi abuelo vio, entendió y calló, pero sin otorgar ni rendirse. Yo soy su heredero, mi padre no es un Tristán, el germen siempre se salta una generación, aunque mi padre no tiene un pelo de tonto. Ya hablaré de él en otro momento que llegará.

Todavía sigo en el sótano mientras me pasan estas ideas por la cabeza, ya van seis tonos y Cony no contesta…

-¿Cony?
-¡Dime!
- ¿Dónde estás?
-En casa, con Galán
-Me parece bien. Acaba de llegar un abogado medio ambiental, aunque el medio y el ambiente son lo mismo, suena redundante…
- No te vayas ¡Cuéntame! ¿Por qué está ahí? ¿Por tu paliza a los nacionales?
-No; ¿qué dices? –me pareció como si Cony se preocupara por mí –Lo ha contratado mi hermana. También nos ayuda mi primo Peio
-¿Peio? ¿el que es…?
-Sí, ése, -me anticipé, -¡Ven! ¡Corre!, es urgente; necesito vuestro punto de vista de lo que se hable aquí. Tráete a Galán, aunque sea de los pelos
-Vale, vale. Ya voy. Digo…, ya vamos. Aguanta Papo, no me fío de los abogados
-Con éste no tienes porqué preocuparte. Además, parece más un friki de Nick Cave que un puto liberal de mierda; bueno, date prisa. Ciao.

Había bajado a por dos birras y era eso lo que iba a hacer (las monguis empezaban a suprasensibilizarme) Tomé las dos birras del sucio refrigerador y cerré con mis posaderas. Subí excesivamente rápido las escaleras hacia mi torre. Me resbalé y casi me desencajo la mandíbula del golpe; unas de las botellas se había roto, la otra parecía a punto de estallar por la presión. Vi que tenía un trozo de cristal, bueno, más bien tenía media botella sobresaliendo de mi antebrazo izquierdo. El cristal no había penetrado más que un par de centímetros, el pico que sobresalía del resto del botellín reposaba en el suelo de desgastada y polvorienta tarima; parecía más de lo que era. Saqué despacio el compacto cristal y bajé raudo a por otras dos cervezas. Me di cuenta de que la herida goteaba demasiado. Me arranqué una manga de mi ligera camiseta e hice un corte en la tela para que sirviera de cortafuegos sanguinolento.

Una vez abajo, tomé dos latas que fueran con la latitud de la zona, dos latas de cerveza mahou, la mejor cerveza para latitudes como ésta. Me apresuré a subir las escaleras rápidamente para recuperar el tiempo perdido. Esta vez no me ostié pero faltó poco para cortarme con la botella rota. Mientras ascendía caí en que iba descalzo y suspiré por mi buena suerte, según se mire. Cuando llegué arriba, a la torre, (ascendiendo por la incómoda pero práctica escalera de caracol) llamé a Damián


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-¡Damián! –grité en mi euforia
-Qué pasa, Alberto –seguía sorprendiéndome su flemática personalidad
-Nada; que ahora vienen unos amigos de confianza. Y, por favor, no me llames Alberto. Llámame Papo, es mi nombre desde niño.
-Papo.
-Exacto. Toma tu cerveza, ¿tienes un cigarro?
-Sí -Damián me ofreció un paquete de marlboro casi lleno. -¿Qué te ha pasado en el tiempo que has estado fuera de este cuarto? ¿Te ha atropellado un tren?
-Me he tropezado bajando, … y subiendo… ¡Bebamos!; quiero decir, ¡hablemos! ¿En qué puedes ayudarme?
-Para empezar… -Damián oscureció su serena mirada -¿Quién es el propietario de esta casa? –me preguntó mientras tomaba cuaderno y boli -¿Van la casa y su entorno por un lado y los terrenos sin vallar por otro?
-Sí. ¿Cómo lo sabías? ¿Marla te lo dijo?
-Por supuesto, sé muy bien lo que… -en ese momento enmudeció -¿Quién es el propietario?
-¿De la casa? Mis hermanas y yo.
-Marla, Alberto, ¿y?...
-Eva –dije torciendo el labio
-Espera que apunte… -me dio la impresión de ser muy aplicado. Tan sólo es una impresión –Y dime, los terrenos son de… -me invitó a responder
-Mis padres
-Bien. Ahora despéjame la visión. ¿Por qué quieres denunciarles? Si no me han contado mal, tus hermanas y tú ibais a vender, pero cambiaste de opinión el día antes. Tus hermanas se presentaron, pero sin tu visto bueno…
-Digamos que interioricé lo que esta casa significaba para mí, y ten en cuenta que el dinero hubiera arreglado mi vida, pero no puedo permitir que me arrebaten mi vida, ni que arrebaten a esta tierra este bello y rico remanso de naturaleza salvaje. Me identifico fácilmente con los desposeídos…
-¿Puedes ser más claro? ¿Qué pasó entre tu hermana Eva y tú?
-Algo te ha contado ya Marla, ¿no? –le dije pensativo, y seguí: -Verás, mi hermana Eva entendió mal el que mi abuelo dejara la casa a sus nietos, cuando, en realidad, sus herederos deberían ser mis padres, o sea, el único hijo de mis abuelos, mi padre. Pero mi abuelo me dejó a mí la casa porque sabía que pasaría esto, que se convertiría en algún momento en una especie de santuario para mí. Mi abuelo y yo éramos muy parecidos, podría decir que soy más hijo de él que de mis padres. En fin, mi abuelo no podía entregarme a mí sólo la casa, Eva y Marla también son sus nietas, y sabía que son fácilmente influenciables por el pequeño, por mí, como siempre fue, pero Eva ahora está casada y tiene gemelos. Los intereses económicos tiran mucho y Eva es una chica de la generación de los mil euros, como nosotros dos, pero ella ya está metida en hipotecas y cosas que no me interesan
-¿Qué cosas?
-¡Pues sus cosas! – Enmudecí unos segundos mientras pensaba en lo que llegué a querer a mi hermana mayor; tres meses y medio sin verla, -Marla entendió que nuestro abuelo me dejara la casa y pusiera a los tres como herederos, porque mi abuelo quería mantenernos unidos, diferentes pero unidos. Pero bueno, Eva no lo entendió como Marla y se enfadó mucho por el pellizco que dejaba de ganar. Ella quería vender como querían vender mis padres, y te juro que estoy de ellos hasta los huevos. Si no fuera porque crían a Sofía…
-¿Quién es Sofía?
-Es mi hija
-¿Tienes una hija?
- No la veo desde hace tres meses, como a mis padres, como a Eva.
-Estás fuera de todo, tío –me envió ánimos -¿Cuál es tu situación ahora?
-Ahora tengo dos colegas, vienen para aquí. Todo lo anterior murió –hice una mueca de dureza, falsa dureza, supervivencia.

jueves, agosto 03, 2006

Nuevas perspectivas (Diarios desde la torre)

Anteriores entradas de esta saga en: http://desdelatorre-inicios.blogspot.com/



Cuentacuentos: http://cuentacuentos06.msn.com donde nacen las historias. Partiendo de la frase:

Aquella tarde de julio era sorprendentemente calurosa

Mi teléfono sonó y al abrirlo pude ver que el sudor que transpiraba a través de mis finos pantalones empañaba la pantalla. El abogado que llamó a la puerta me miraba con timidez. Contesté al móvil:

-¿Sí?
-¿Alberto? Soy Elías, el hijo de Sebas… -dijo una voz cascada
-¡Ah! Hola Elías, supongo que ya te habrá contado tu madre que le pregunté por ti, por un puesto de tarde en la licorería de tu tío; pero la llevas tú desde hace un tiempo, ¿verdad?
-Eh…, sí, pero yo te llamaba por si querías trabajar en el bar. ¿Sabes que me asocié con mi hermano y pusimos un bar? –no recordaba la voz de Elías tan rota, es como si fuera un hombre viejo
-Sí, algo me comentó tu madre, llamé a tu casa algo desesperado. Es que la licorería está al lado de casa, ahora vivo en el piso de mis abuelos, y, macho, la chica que tienes ahí es más amarga que un pomelo. Suelo comprar alguna que otra cerveza y…
-¿Qué pasa, andas mal de pelas, chavalote? –no quiso dejar terminar. Entendí el mensaje - Los padres son los padres…- continuó
-No, no; si yo hace un tiempo que no vivo con ellos
- Ya supongo por lo que me dices, pensaba que habríais vendido el piso; pero bueno, tu padre es hijo único –me pareció que quería sacarme información, le hice un silencio y continuó -La última vez que vi a tu abuelo me dijo que estabas en Salamanca estudiando, ¿has terminado?
-No, pero me queda poco; ahora necesito trabajar. O sea, que lo tengo un poco apartado
-Bien, bien; tú acaba que te irá mejor. Y, bueno, pásate por el bar esta tarde de seis a ocho y hablamos a ver que se puede hacer, ¿vale?
-Vale Elías. Por cierto, tu madre me dijo que estaba frente a los cines Moderno ¿El “Hechizo”?
-No, no es enfrente, es al lado. Se llama el “Hotel”, ¿te suena?
-Sí. Eso era antes un bar “jevi”…
-Ahora es más suave, pero ponemos mucho rock…, algo de jazz y blues, la policía lleva una temporada asfixiándonos a los bares de la zona esta porque aquí no decimos nada al que se fuma un porro, y, oye, tenemos la segunda planta para eso; pero bueno, la música es más por gusto propio. Venga, pásate esta tarde y hablamos. Ahora tengo que dejarte que tengo a la camarera de vacaciones y estoy atendiendo yo la barra…
-Gracias Elías, ya me paso esta tarde
-Venga Alberto, de seis a ocho, ¿eh? Por cierto, ¿sabes poner copas?
-Sé bebérmelas –le oí reír, reía igual que el Sebas, su padre - pero si me enseñas tú aprenderé rápido
-Bien artista, te dejo que los cafés no se ponen solos. Ta’ luego
-Venga Elías, hasta luego
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Cerré la tapa del teléfono y me froté mi congestionada nariz con delicadeza mientras notaba la fija mirada del abogado.

-Bien, bien. ¿Cuál es tu nombre, abogado? –empecé
-Damián – dijo secamente. Me ofreció la mano y me hice el sueco en ese justo momento volviendo la cabeza hacia el reloj de cuco de mi bisabuelo, eran las dos y cuarto pasadas. Tenía pensado darle largas a la mínima, pero me sorprendió la tranquilidad de sus movimientos
-Sígueme, vamos a la torre, es la única zona habitable –le dije cuando ya subía las escaleras hacia la torreta: la torre. – Y cuidado con los escalones sueltos, estás en una casa de casi cien años

Ascendimos hasta llegar a la escalera de caracol que llevaba a mis estancias

–Primero dime qué te ha contado mi hermana
-Pues…
-Pareces dubitativo, –dije, aunque en realidad no pensaba tal cosa -¿No te echarás atrás, no? Tengo previsto jugar muy duro con estos sátrapas del ayuntamiento, muy pero que muy duro, eximiéndote de responsabilidades e ilegalidades; claro. Sólo quiero que me ayudes en una parcela y mi abogado Juan Pablo me ayudará en otra ¿Me explico? ¿Recuerdas lo que he dejado caer antes así de pasada? El incendio provocado.
-Eh…
-Espera, espera –rectifiqué -Primero toma asiento y dime qué te ha contado mi hermana. Vamos por partes, sin precipitar el asunto –fingí estar más colocado de lo que estaba -Habrás notado que estoy un poco ido, aciertas si crees que estoy drogado, es una costumbre que tengo desde hace un tiempo, desde que todo me importa un pimiento; en fin, es lo que hay, putos bohemios…-empezaba a serenarme fijando mis ojos en su segura mirada –Bien; por dónde empezamos, abogado Damián… ¿Damián qué?
-Damián Quijada
-¡Anda! ¡Qué quijotesco nombre! –me reí de su apellido como me hubiera reído de su puta corbata, pero no llevaba, más bien parecía un tío salido de un concierto de Nick Cave -Perdona mi reacción –seguí frotándome los papos poblados de una barba de dos semanas como si me estuviera mareando, quería asegurarme de que quería ayudarme. En el fondo sigo siendo ingenuo, también desconfiado - Cuéntame, por favor, y disculpa mi estado. Te escucho
-Bueno… –parecía dispuesto a hablar claro pese a que se frotaba las manos y parecía incómodo por primera vez. Resbalaban dos surcos de sudor veraniego por su amplia frente – Conozco a tu hermana; a tu hermana y a tu familia. A tus padres los conocí hace unos cuatro años, cuando me licencié con tu hermana, es por eso que estoy aquí, aunque, como veo, no te acuerdas de mí; hace más de diez años… –me sonaba a chino lo que me estaba diciendo -Verás, yo soy el cuñado de tu primo Peio -quedé petrificado unos instantes ante tal iluminación, después estallé
-¡Eureka! –grité con fuerza -¡Hermano de Nadia! ¡Él te habrá contado! -solté una risotada de satisfacción
-Sí, sé cuál es la situación. Sé lo del incendio provocado, como tú dices. Peio me informó de todo, sé que estuvo investigando para ti en el despacho del concejal de urbanismo –me mandó una sonrisa de complicidad: “vengo a ayudarte” -Te debe querer mucho para jugarse el cuello así por ti
-Sí; bueno. Es concejal, el único de su partido en el puto Logroño…, y también es abogado. Si estudiaste con mi hermana también debiste conocerle. Le costó un poco más sacar el título pero más por canalla que por otra cosa
-Sí –me cortó - Peio y yo hemos compartido piso durante dos años cuando estudiábamos en la Complutense; o sea que… -solté otra risotada, ahora algo nerviosa y descontrolada. Me resbalaba una lágrima de felicidad –O sea que puedes confiar en mí. Si vengo es porque eres hermano de Marla

-Estoy trazando un plan –dije mientras me recuperaba de la emoción de imaginar la dignidad de mis antepasados recuperada en alguien hasta ahora ajeno a mí - ¿Cuál es tu minuta, Damián?
-Por Marla y Peio trabajo gratis. Será un placer
-Creo que esto es el principio de una gran amistad –Damián me volvió a sonreír
-¿Te hace una cerveza?
-Sí, una cerveza. Hace demasiado calor para un becario –Volví a reírme
-Ponte cómodo, ahora vuelvo con esa cerveza. Voy a llamar a unos amigos que estarán encantados de escuchar lo que tengas que decirme. ¿Tienes prisa o estás en el paro?
-De momento eres mi primer cliente
-Chachi. Aguarda un segundo

Abandoné el alto con una energía que no sentía desde hace tiempo. Descendí por la escalera de caracol y continué descendiendo hasta el sótano, donde se encontraba la nevera. Tropecé de la emoción y me abrí una brecha contra la mesa de carpintero de mi abuelo. No me dolió, es más, seguí sonriendo y tomé el teléfono para llamar a Cony. Ahora sólo tenía una fijación: entrar en ese despacho de urbanística; año 88; Plan urbanístico Ribera Norte; mi orgullo, mis ganas de cambiar las cosas como ellos las cambiaron cuando yo era niño, a su delincuente y poderoso antojo. Mientras río noto una mueca de maldad dibujándose en mi rostro, en mi sensibilidad medio resentida. Hay vida, y voy a darla, hay buenas nuevas, hay esperanza después de todo y eso que nunca la perdí, más bien me vi perdido. Por una vez respiro con apacible cadencia. Siento que voy a armarla bien gorda, y estoy sangrando como un cerdo. Esta visita me ha costado sangre, sudor y lágrimas. Tan sólo necesito un poco de apoyo emocional… y jurídico.