Este blog es continuación de otro

Desde la torre, inicios de "diarios desde la torre"

domingo, agosto 06, 2006

Propiedades, propietarios

Diarios desde la torre
Cuentacuentos ...partiendo de una frase

De acuerdo, te diré la verdad: aquí hay un conflicto entre los que quieren vender y los que queremos quedarnos.
Sangre, sudor y lágrimas de alegría después del fuerte golpe en mi cabezota. Tal vez quedé inconsciente unos segundos, no sería la primera vez que me ocurre, quedarme atontado besando el polvo

Mientras me recupero de la emoción de ser ayudado por amigos de mi hermana ( por mi primo Peio y por Damián, tres licenciados en derecho a mi disposición ) Tres cabezas trabajando para mí; ¡Uf!, es mucha responsabilidad, pero sé que puedo armarla, que surja mi espectacularidad, salir en la prensa local, destapar un problema de corrupción que afectó a mi familia y mandar a algún canallita para arriba, ¡que se los lleven arriba!, a la cárcel, pese a estar en contra de que le sea arrebatada la libertad a un hombre; pero si yo estuve, cómo no van a estar constructores negligentes y políticos husmea-braguetas. Ahora, así, acabo de fijar mis objetivos: ¿Quién era el concejal de urbanismo y a quién se eligió como constructor? ¿A qué amiguete le dio este gobierno despiadado, tras una puja ilegal, los derechos sobre mi terreno? Veo como un absurdo que un pedazo de tierra tenga propietario, pero esto no es un pedazo de tierra, es mi casa, donde me he criado, como crío que fui mientras pudo habitarse, antes de un extraño incendio que dejó así mi santuario. Fue mientras mis abuelos estaban de viaje. A la vuelta, el viajero de mi abuelo vio, entendió y calló, pero sin otorgar ni rendirse. Yo soy su heredero, mi padre no es un Tristán, el germen siempre se salta una generación, aunque mi padre no tiene un pelo de tonto. Ya hablaré de él en otro momento que llegará.

Todavía sigo en el sótano mientras me pasan estas ideas por la cabeza, ya van seis tonos y Cony no contesta…

-¿Cony?
-¡Dime!
- ¿Dónde estás?
-En casa, con Galán
-Me parece bien. Acaba de llegar un abogado medio ambiental, aunque el medio y el ambiente son lo mismo, suena redundante…
- No te vayas ¡Cuéntame! ¿Por qué está ahí? ¿Por tu paliza a los nacionales?
-No; ¿qué dices? –me pareció como si Cony se preocupara por mí –Lo ha contratado mi hermana. También nos ayuda mi primo Peio
-¿Peio? ¿el que es…?
-Sí, ése, -me anticipé, -¡Ven! ¡Corre!, es urgente; necesito vuestro punto de vista de lo que se hable aquí. Tráete a Galán, aunque sea de los pelos
-Vale, vale. Ya voy. Digo…, ya vamos. Aguanta Papo, no me fío de los abogados
-Con éste no tienes porqué preocuparte. Además, parece más un friki de Nick Cave que un puto liberal de mierda; bueno, date prisa. Ciao.

Había bajado a por dos birras y era eso lo que iba a hacer (las monguis empezaban a suprasensibilizarme) Tomé las dos birras del sucio refrigerador y cerré con mis posaderas. Subí excesivamente rápido las escaleras hacia mi torre. Me resbalé y casi me desencajo la mandíbula del golpe; unas de las botellas se había roto, la otra parecía a punto de estallar por la presión. Vi que tenía un trozo de cristal, bueno, más bien tenía media botella sobresaliendo de mi antebrazo izquierdo. El cristal no había penetrado más que un par de centímetros, el pico que sobresalía del resto del botellín reposaba en el suelo de desgastada y polvorienta tarima; parecía más de lo que era. Saqué despacio el compacto cristal y bajé raudo a por otras dos cervezas. Me di cuenta de que la herida goteaba demasiado. Me arranqué una manga de mi ligera camiseta e hice un corte en la tela para que sirviera de cortafuegos sanguinolento.

Una vez abajo, tomé dos latas que fueran con la latitud de la zona, dos latas de cerveza mahou, la mejor cerveza para latitudes como ésta. Me apresuré a subir las escaleras rápidamente para recuperar el tiempo perdido. Esta vez no me ostié pero faltó poco para cortarme con la botella rota. Mientras ascendía caí en que iba descalzo y suspiré por mi buena suerte, según se mire. Cuando llegué arriba, a la torre, (ascendiendo por la incómoda pero práctica escalera de caracol) llamé a Damián


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-¡Damián! –grité en mi euforia
-Qué pasa, Alberto –seguía sorprendiéndome su flemática personalidad
-Nada; que ahora vienen unos amigos de confianza. Y, por favor, no me llames Alberto. Llámame Papo, es mi nombre desde niño.
-Papo.
-Exacto. Toma tu cerveza, ¿tienes un cigarro?
-Sí -Damián me ofreció un paquete de marlboro casi lleno. -¿Qué te ha pasado en el tiempo que has estado fuera de este cuarto? ¿Te ha atropellado un tren?
-Me he tropezado bajando, … y subiendo… ¡Bebamos!; quiero decir, ¡hablemos! ¿En qué puedes ayudarme?
-Para empezar… -Damián oscureció su serena mirada -¿Quién es el propietario de esta casa? –me preguntó mientras tomaba cuaderno y boli -¿Van la casa y su entorno por un lado y los terrenos sin vallar por otro?
-Sí. ¿Cómo lo sabías? ¿Marla te lo dijo?
-Por supuesto, sé muy bien lo que… -en ese momento enmudeció -¿Quién es el propietario?
-¿De la casa? Mis hermanas y yo.
-Marla, Alberto, ¿y?...
-Eva –dije torciendo el labio
-Espera que apunte… -me dio la impresión de ser muy aplicado. Tan sólo es una impresión –Y dime, los terrenos son de… -me invitó a responder
-Mis padres
-Bien. Ahora despéjame la visión. ¿Por qué quieres denunciarles? Si no me han contado mal, tus hermanas y tú ibais a vender, pero cambiaste de opinión el día antes. Tus hermanas se presentaron, pero sin tu visto bueno…
-Digamos que interioricé lo que esta casa significaba para mí, y ten en cuenta que el dinero hubiera arreglado mi vida, pero no puedo permitir que me arrebaten mi vida, ni que arrebaten a esta tierra este bello y rico remanso de naturaleza salvaje. Me identifico fácilmente con los desposeídos…
-¿Puedes ser más claro? ¿Qué pasó entre tu hermana Eva y tú?
-Algo te ha contado ya Marla, ¿no? –le dije pensativo, y seguí: -Verás, mi hermana Eva entendió mal el que mi abuelo dejara la casa a sus nietos, cuando, en realidad, sus herederos deberían ser mis padres, o sea, el único hijo de mis abuelos, mi padre. Pero mi abuelo me dejó a mí la casa porque sabía que pasaría esto, que se convertiría en algún momento en una especie de santuario para mí. Mi abuelo y yo éramos muy parecidos, podría decir que soy más hijo de él que de mis padres. En fin, mi abuelo no podía entregarme a mí sólo la casa, Eva y Marla también son sus nietas, y sabía que son fácilmente influenciables por el pequeño, por mí, como siempre fue, pero Eva ahora está casada y tiene gemelos. Los intereses económicos tiran mucho y Eva es una chica de la generación de los mil euros, como nosotros dos, pero ella ya está metida en hipotecas y cosas que no me interesan
-¿Qué cosas?
-¡Pues sus cosas! – Enmudecí unos segundos mientras pensaba en lo que llegué a querer a mi hermana mayor; tres meses y medio sin verla, -Marla entendió que nuestro abuelo me dejara la casa y pusiera a los tres como herederos, porque mi abuelo quería mantenernos unidos, diferentes pero unidos. Pero bueno, Eva no lo entendió como Marla y se enfadó mucho por el pellizco que dejaba de ganar. Ella quería vender como querían vender mis padres, y te juro que estoy de ellos hasta los huevos. Si no fuera porque crían a Sofía…
-¿Quién es Sofía?
-Es mi hija
-¿Tienes una hija?
- No la veo desde hace tres meses, como a mis padres, como a Eva.
-Estás fuera de todo, tío –me envió ánimos -¿Cuál es tu situación ahora?
-Ahora tengo dos colegas, vienen para aquí. Todo lo anterior murió –hice una mueca de dureza, falsa dureza, supervivencia.

5 comentarios:

Anónimo dijo...

bueno, aqui estoy de nuevo reenganchandome a esta historia como en otros tiempos hice :)

yo tambien estoy preparando otro espacio en esta web de los blogger porque los espacios del msn estan hechos una mierda ;)


besitos :*

Anónimo dijo...

Ante todo quiero darte las gracias por tu comentario y después contra-comentar ¿Será ese un palabro correcto?. Es el segundo fragmento e la historia que leo (el primero fue la etrevsta con el abogado) y veo que sigues en un ono que me recuerda a la novela negra, a los culebrones con líos familiares y a Kafka. Seguimos leyéndonos.
(Por cierto, yo estoy pensando tambien trasladarme al blogger, por que como dice tu última comentarista, MSN cada vez está peor, pero me da palo copiar todas as entradas ¿Se puede compiar en bloque? ¿Lo sabes? ¿Alguien lo sabe?
Besos entre dudas
Mar

alguien dijo...

Hola!!! Y gracias, ante todo. Bueno, espero no resultar demasiado altivo, pero la parafernailia creada en torno al mundillo de los premios y eso tampoco es que sea lo que más me gusta de todo esto. Sí, estoy procurando crearme un trauma, porque lo de Dostoievski...uff, el nombre me echa patrás. Probaré, pero por ahora tengo a la vista a los grandes autores norteamericanos: Poe (requetemachacado), Capote, Mellville, Hemingway... ya sabes los estoy estudiando y quiero conocer a la par la obra. De todos modos mis horizontes literarios se van ampliando últimamente gracias a tropecientas recomendaciones (incluyo la tuya, por supuesto).
Siento estar un poco perdido en cuentacuentos, pero el curro no me deja demasiado tiempo libre. Quiero acabar la historia por entregas "Si llueve..." y aventurarme con nuevos cuentos independientes.
Me sumo a la opinión sobre los spaces, y yo tengo un nuevo blog. Éste es el enlace. Alternaré por ahora, a ver por cuál me declino, aunque blogger no lo manejo muy bien todavía.
Prometo pasarme de nuevo para leer tu(s) historia(s) y comentar.
A todo esto, mi messenger es: brianedwardhyde@hotmail.com

Nos leemos!!

Anónimo dijo...

recien llegada desde ibiza te dejo un saludo desde el escenario nuevo del placer y descanso.
me quedan unos días de vacas. pero volveré.
nos vemos pronto.
1besazo

Anónimo dijo...

lo anterior murió pero lo que queda es lo importante.

"el dinero hubiera arreglado mi vida, pero no puedo permitir que me arrebaten mi vida"----> el dinero arregla la vida un tiempo, luego que es de nosotros? nuestra vida siempre será parte de nuestro ser.

el otro día no te había leido. dejé solo el saludo. Hoy ya vuelvo como dios manda.

espero la continuación, como siempre.
besos