Este blog es continuación de otro

Desde la torre, inicios de "diarios desde la torre"

martes, septiembre 18, 2007

El cielo me dijo... Diarios desde la torre


Se mordió los labios hasta que le sangraron los silencios, cuando se teme al silencio, cuando la angustia por la existencia, tan complicada, angosta el camino...

Cuando decidí que el único destino de la humanidad era el suicidio. Utópica idea, pero qué desgarro; y todo fue concebido mientras miraba al cielo oscuro moteado de miles de puntitos en mi plano de verde naturaleza racional, un jardín francés, en la noche. Y todo mirando a la magnanimidad del universo que empequeñecía mi ánimo por seguir las normas humanas. Decidí vivir para el placer, pero sin darme cuenta de ello, creo que fue a partir de esa noche, hace más de un lustro, casi una década, cuando mirábamos las estrellas, Anabel y yo, yo en mi antigua casa, y tú tras las montañas, a más de cien kilómetros; pero tu cielo estaba nublado. La ausencia de luz hace más agradable la existencia si la realidad duele. Desde entonces amo la neblina que el invierno me regalaba a veces. Las ideas fueron cambiando y cambiando y en una iluminación di con la esencia de ese progreso positivo, con la sustancia, con lo que permanece y sostiene todo, una sensación, el escozor de mis salpullidos psicosomáticos. La sociedad me ha corrompido, la sociedad me ha deshumanizado y no he podido hacer nada para evitarlo, fue mi infortunio que aún arrastraré según camine y avance, mientras el tiempo me traspase.

Solo que ahora
En vez de
Ir hacia el tiempo
Es el tiempo
El que viene hacia nosotros
Y hace que cada palabra
Taladre
El papel

(Extracto de un poema de Bukowski)

El arte es mentira

"El arte"
Cuando el

Espíritu

Se desvanece
Aparece
La Forma

(otra vez Bukowski)


Diarios desde la torre. A partir de su foto...








"La belleza era su mayor bendición, pero también su maldición"

Sorprende ver el rostro de Galán en una foto. Es curioso, también, verse en una fotografía de la niñez, es ver quiénes fuimos, cómo éramos. Algo así debe sentir Galán al ver esta fotografía del año pasado. Actualmente yo tengo veintitrés años, Galán tiene diecinueve y Cony dieciocho. Pero Galán parece el mayor de los tres, con sus bellos ojos de mirada desafiante y su aureola de dandy de las calles. En las fotos de él que voy viendo se cubre la hostilidad y se muestra una belleza blanquecina de ojos gris claro, inertes, inexpresivos… Ahora, a día de hoy, Galán pulula por las calles durmiendo con cualquiera, dicen que le canta la línea, no le veo en más de mes y medio, sólo espero no verle peor que en estas fotos. El don de sus ojos se ha transformado en el temible don de su mirada, y el don de su piel ha sido cambiado por una superficie estirada de piel arañada, a veces por el intenso “mono”, otras por las reyertas de ser un camello de tercera

Las fotos de Cony son distintas, a pasado de ser una criatura celestial de hielo de a sesenta euros el gramo, gratis con mamada, a ser una aplicada estudiante de Ilustración. Está guapa y cree que hago buena vida, me cuida y cree que hago buena vida… Es paradójico pero en todo este tiempo que llevo sin escribir he visto a una nueva y titánica Cony que ya ha olvidado su cariño por Galán, su antiguo amor de instituto. Nosotros ya no hablamos sobre él, es más, hablamos poco, pero nos damos compañía tras su pérdida (la de Galán) para la parte de la humanidad a la que el sol alumbra. Los héroes son capaces de girar el sol. Los vencedores escriben la historia, los héroes vencen, Galán no escribirá nada en el libro de la historia, simplemente se consumirá sin que nadie más que nosotros dos le eche de menos, en su mundo de costras sangrantes y vómitos de sobredosis.

Cony vive conmigo a solas desde hace cinco meses y medio. Somos amigos, es normal, todavía no ha nacido la mujer que pueda quererme, quien sabe si mi hermana Marla, y puede que algún día mi hija, que crece junto a sus abuelos. No lo sé…, me basta con poder acariciar sus formas desnudas debajo de las sábanas, en fin, la senda del perdedor no es mi camino creo, tampoco la del ganador, ni la del héroe, yo no cambiaré la historia de mi país, ni de mi ciudad, ni de mi comunidad de vecinos.

Ya no vivimos en la torre, pero yo, que estoy sin trabajo, me paso por ahí todas las tardes a hacer negocios con Peche, mi tío Peche, hermano de mi madre, que hace medio año se instaló en esta ciudad desde Santiago de Chile, donde hizo fortuna breve con la hostelería, ahora hace fortuna segura a otra escala, a gran escala… Sólo intento sobrevivir de la manera más cómoda, matando; no voy a sentirme culpable a estas alturas, porque quedan tantas cosas por contar…

Estuve trabajando en el bar del hijo del Sebas, hablé en el pasado algo sobre ello, pero la policía consiguió que todos los garitos roqueros cerraran sus puertas, y que yo me quedara sin mi cómodo trabajo de camarero nocturno. El hijo del Sebas me daba esos galones porque decía que ninguno como yo conocía lo malo de esta ciudad, soy delincuente en la ciudad más policial de España. Manda …

---El bar…, contaré más adelante algo sobre ello, tal vez en el próximo capítulo, yo que sé… Y de los juicios, y de los colombianos en mi barrio, el barrio. En fin, ahora me voy a la cama que llevo tres días sin dormir, son fiestas de San Mateo en mi ciudad, y he estado muy solicitado. Cony duerme, me abrazaré a ella para que vaya despertando y me ceda el sitio, es mi turno, que me invada la noche, un
alprazolam y a babear

No diré nada más de lo que pienso. Los esfuerzos por esconder sobre este texto lo que siento son demasiado grandes y cargantes. Pensándolo mejor iré a ver a una amiga de dos exóticos nombres a ver si me descarga estos hombros… y por esta noche paso del alprazolam y del babeo. * Llaman a mi teléfono *, “medio de guirlache y dos cd`s”, 130 euros, en 15 minutos en el Espolón, no subo clientes a casa.

Quién sabe qué aventura me tocará vivir si sigo despierto.

lunes, agosto 27, 2007

Desde la torre más alta


"El hombre de negro huía a través del desierto y el pistolero iba en pos de él" Es como si nuestro héroe interior, nuestro renacimiento de amor propio, persiguiera lo oscuro absoluto, la mala vida, lo infinitamente más dañino, la crisis degenerativa y el gusto, solamente, por lo siniestro.

-cuando la naturaleza es pura; la primera creación; sin pasado; la infancia; cuando la naturaleza es pura apetece Mc Cartney y no Lennon, por decirlo de alguna manera. A mí eso nunca me pasaba, ahora en cambio respiro los amaneceres al poco de despertar
-cuando la naturaleza se corrompe, y llegamos a su barroco, cuando llega la degradación… Un poema de Rimbaud.

“Llevaba largo tiempo alardeando de poseer todos los paisajes
posibles y encontrando irrisorias todas las celebridades de
la pintura y de la poesía moderna.
Me gustaban las pinturas idiotas, dinteles, decorados, telones
de saltimbancos, emblemas, estampas populares; la literatura
pasada de moda, latín de iglesia, libros eróticos sin ortografía,
novelas de nuestras abuelas, cuentos de hadas, libritos
infantiles, óperas viejas, estribillos bobos, ritmos ingeniosos.
Soñaba cruzadas, viajes de exploración cuyo relato no tenemos,
repúblicas sin historia, guerras de religión sofocadas, revoluciones
de costumbres, desplazamientos de razas y continentes:
creía en todos los encantamientos.”

Es, como decirlo, la primera manzana podrida del cesto, cuando nos agarramos a la nada, nos sentimos, los q hemos conocido la locura de ese delirio, como fuera del mundo, pero en un supramundo, arriba , más arriba, como en las alturas, en la torre y surge la melancolía en forma de lirismo y la necesidad de expresar como ciencia cierta mediante la forma de “lo artístico”. Desaparece la vida y lo sentido es la traducción sensible de lo pensado. Tan sólo en el exceso, en el límite, vemos q se sienta más, no la vida, el ser. Pero aún así nos acordamos de lo puro y queremos traerlo de nuevo mezclándolo con el oscuro absoluto del presente para que regrese “el tiempo que enamore”, este deseo que es el primer paso para que el pistolero pille al hombre de negro. Nunca es tarde hasta que no lo diga tu médico. Y se cantan versos desde la torre esperando poder bajar algún día sin perder un ápice de lucidez, o no bajaremos a no ser que nos caigamos de tanto exceso.q

Canción Desde La Torre Más Alta (Rimbaud)
Que venga ya, que venga
el tiempo que enamore.
Tuve tanta paciencia,
que para siempre olvido;
miradas y sufrimientos
al cielo se marcharon.
Y la sed malsana
me oscurece las venas.
Que venga ya, que venga
el tiempo que enamore.
Igual la pradera
al olvido entregada,
agradada y florida
de incienso y cizaña,
ante el hosco zumbido
de las sucias moscas.
Que venga ya, que venga
el tiempo que enamore.
Amé el desierto, los vergeles calcinados, las tiendas mustias,
las bebidas entibiadas. Me arrastraba por las callejas malolientes
y, con los ojos cerrados, me ofrecía al sol, dios del
fuego.
«General, si todavía asoma un viejo cañón por tus murallas
en ruinas, bombardéanos con bloques de tierra seca. ¡A las vidrieras
de los espléndidos almacenes! ¡A los salones! Haz que
la ciudad se trague su propio polvo. Oxida las atarjeas. Llena
los camarines de arenilla de rubí ardiente…»
¡Oh! ¡El insecto beodo en el meadero del albergue, enamorado de la borraja, y que un rayo disuelve!