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Desde la torre, inicios de "diarios desde la torre"

martes, septiembre 18, 2007

Diarios desde la torre. A partir de su foto...








"La belleza era su mayor bendición, pero también su maldición"

Sorprende ver el rostro de Galán en una foto. Es curioso, también, verse en una fotografía de la niñez, es ver quiénes fuimos, cómo éramos. Algo así debe sentir Galán al ver esta fotografía del año pasado. Actualmente yo tengo veintitrés años, Galán tiene diecinueve y Cony dieciocho. Pero Galán parece el mayor de los tres, con sus bellos ojos de mirada desafiante y su aureola de dandy de las calles. En las fotos de él que voy viendo se cubre la hostilidad y se muestra una belleza blanquecina de ojos gris claro, inertes, inexpresivos… Ahora, a día de hoy, Galán pulula por las calles durmiendo con cualquiera, dicen que le canta la línea, no le veo en más de mes y medio, sólo espero no verle peor que en estas fotos. El don de sus ojos se ha transformado en el temible don de su mirada, y el don de su piel ha sido cambiado por una superficie estirada de piel arañada, a veces por el intenso “mono”, otras por las reyertas de ser un camello de tercera

Las fotos de Cony son distintas, a pasado de ser una criatura celestial de hielo de a sesenta euros el gramo, gratis con mamada, a ser una aplicada estudiante de Ilustración. Está guapa y cree que hago buena vida, me cuida y cree que hago buena vida… Es paradójico pero en todo este tiempo que llevo sin escribir he visto a una nueva y titánica Cony que ya ha olvidado su cariño por Galán, su antiguo amor de instituto. Nosotros ya no hablamos sobre él, es más, hablamos poco, pero nos damos compañía tras su pérdida (la de Galán) para la parte de la humanidad a la que el sol alumbra. Los héroes son capaces de girar el sol. Los vencedores escriben la historia, los héroes vencen, Galán no escribirá nada en el libro de la historia, simplemente se consumirá sin que nadie más que nosotros dos le eche de menos, en su mundo de costras sangrantes y vómitos de sobredosis.

Cony vive conmigo a solas desde hace cinco meses y medio. Somos amigos, es normal, todavía no ha nacido la mujer que pueda quererme, quien sabe si mi hermana Marla, y puede que algún día mi hija, que crece junto a sus abuelos. No lo sé…, me basta con poder acariciar sus formas desnudas debajo de las sábanas, en fin, la senda del perdedor no es mi camino creo, tampoco la del ganador, ni la del héroe, yo no cambiaré la historia de mi país, ni de mi ciudad, ni de mi comunidad de vecinos.

Ya no vivimos en la torre, pero yo, que estoy sin trabajo, me paso por ahí todas las tardes a hacer negocios con Peche, mi tío Peche, hermano de mi madre, que hace medio año se instaló en esta ciudad desde Santiago de Chile, donde hizo fortuna breve con la hostelería, ahora hace fortuna segura a otra escala, a gran escala… Sólo intento sobrevivir de la manera más cómoda, matando; no voy a sentirme culpable a estas alturas, porque quedan tantas cosas por contar…

Estuve trabajando en el bar del hijo del Sebas, hablé en el pasado algo sobre ello, pero la policía consiguió que todos los garitos roqueros cerraran sus puertas, y que yo me quedara sin mi cómodo trabajo de camarero nocturno. El hijo del Sebas me daba esos galones porque decía que ninguno como yo conocía lo malo de esta ciudad, soy delincuente en la ciudad más policial de España. Manda …

---El bar…, contaré más adelante algo sobre ello, tal vez en el próximo capítulo, yo que sé… Y de los juicios, y de los colombianos en mi barrio, el barrio. En fin, ahora me voy a la cama que llevo tres días sin dormir, son fiestas de San Mateo en mi ciudad, y he estado muy solicitado. Cony duerme, me abrazaré a ella para que vaya despertando y me ceda el sitio, es mi turno, que me invada la noche, un
alprazolam y a babear

No diré nada más de lo que pienso. Los esfuerzos por esconder sobre este texto lo que siento son demasiado grandes y cargantes. Pensándolo mejor iré a ver a una amiga de dos exóticos nombres a ver si me descarga estos hombros… y por esta noche paso del alprazolam y del babeo. * Llaman a mi teléfono *, “medio de guirlache y dos cd`s”, 130 euros, en 15 minutos en el Espolón, no subo clientes a casa.

Quién sabe qué aventura me tocará vivir si sigo despierto.

2 comentarios:

Indi dijo...

Debería seguir despierto, porque lo único que merece la pena es la aventura. Un buen reencuentro con los viejos personajes que encierra frases con tu sello inconfundible.
Me encanta lo del don de los ojos.

Vendré a leerte, con devoción, como siempre.

Un beso

Anónimo dijo...

Siempre me encató y me eclipsó esta historia papo. de verdad. y me alegra que hayas recuperado esto.
Jara